Entradas

Mostrando las entradas de noviembre, 2020

La humana

Me despierto porque algo está haciendo ruido. Al abrir mis ojos me doy cuenta que la humana es la causa de este. Tiene el cabello hecho un desastre y se ve muy apurada mientras arregla su cama y agarra ropa antes de salir del cuarto. Escucho como abre la regadera mientras me vuelvo a dormir. Me vuelvo a despertar, pero ahora es por un olor a comida. Veo como la humana entra al cuarto con un plato. Noto que tiene su cabello arreglado y mojado; no entiendo como puede, por voluntad propia, mojarse. En fin, los humanos son un misterio. Voltea a verme, al notar que estoy despierta, me da los buenos días y se sienta en su escritorio en frente de su aparato. Me acerco a ella, me siento a lado suyo en el piso y me le quedo mirando, esperando que me de algo de su plato. Tiene esas cosas raras que siempre se pone en los oídos (y nunca me escucha maullar por eso) y está muy concentrada en su aparato.  Después de unos segundos y varios maullidos se percata de mí, dice “¿Qué quieres? Quieres comida

Un pequeño error

“¿Cómo que están vendiendo nuestras RTX 3080?” Estaba tranquila en mi oficina, mandando los correos habituales, cuando Marco entró y me dio la noticia. “Sí, las están vendiendo en eBay, y al doble del precio del mercado normal, pero ya estamos en proceso de quitar el anuncio.” Hace poco, la empresa había comprado las recién salidas NVIDIA RTX 3080, unas tarjetas gráficas para nuestros equipos de cómputo, muy caras por cierto. Y Starlit Partners, nuestra filial de ventas para vender artículos excedentes y restaurados, por alguna razón tuvo acceso a estas nuevas tarjetas gráficas y las pusieron a la venta. “¿Cómo pasó esto” “Los de sistemas me dijeron que las tarjetas no estaban marcadas como nuevas, sino como restauradas, así que tuvieron acceso a ellas.” “¿Y quién las publicó?” “No sabemos, seguimos investigando, pero me acaban de avisar que ya no están a la venta.” “Excelente. Bueno, deja le aviso a mi jefe, para ver qué haremos con la gente que las compró, gracias por avisar.” “Está

El parque

Saco mi tarjeta de mi cartera y pago con ella, agarro mis papas y mi coca, le agradezco a la cajera y salgo de la tienda rumbo al parque. Me siento en la primera banca que veo, dejo mi coca de lado mío y abro mis papas. El parque está vacío, muy tranquilo. No hay niños, ni perros, ni adultos corriendo. apenas palomas, las cuales se acercan esperando que les de de mis papas. Simplemente las ignoro. Se suponía que hoy iría con Sofi y Adrian a ver la de Titán III: El regreso de Aslan, pero a Adrian le cayó mal algo que comió y a Sofi le surgió un compromiso. Así que ando en el parque, sin nada que hacer, aburrida. Me como mi última papita y abro mi deliciosa coca de naranja. Quería ir a ver a Adrian pero cuando se siente mal se pone muy gruñón. También le ofrecí a Sofi acompañarla en sus vueltas pero no quiso. Así que ando en el parque admirando las palomas caminar, tranquila. Termino mi coca, meto la bolsa de papas dentro de ella y tiro todo al basura. Mientras me dirijo a la parada del

Suerte

Corría lo más rápido que podía por el bosque, mientras disparos de plasma pasaban a lado de él, demasiado cerca para su gusto. Su armadura se había destruido; por primera vez, era vulnerable en combate. Cayó al piso, sintiendo como su espalda entera le ardía. Intentó levantarse pero sin mucho éxito, su cuerpo no aguantaba el dolor. Apenas logró escuchar unas pisadas pesadas acercarse a él y una espada de energía encenderse. Lo inevitable había sucedido: su suerte se había agotado.

El librero

Martin estaba en frente del librero de sus padres en la estancia, aprendiendose los títulos de cada libro por décima tercera vez ese día; ese niño no tenía nada que hacer en vacaciones, el calor estaba terrible y salir y no era una opción, ya se había aburrido de todos sus juguetes y su hermano, Fernando, solo se burlaba de él por cualquier cosa. Entonces todos los días, se paraba en frente del librero y se ponía a leer los títulos de cada libro, especulando sobre el contenido dentro. ¿Acaso Un Atardecer Caliente se referirá a los días calientes que vive él? ¿El Monstruo Debajo hablará sobre el monstruo que vive debajo de su cama? Mientras Martin se cuestionaba sobre los títulos, Fernando se acercaba lentamente a él por detrás, listo para atacar. Martin estaba tan metido en sus propios pensamientos que no se percató de Fernando, así que este aprovechó la oportunidad, empujando y asustando a su hermano. Martin, al estar tan cerca del librero, se pegó en la cabeza contra este. Entre que